Nuestra visión como Iglesia Ejército Evangélico de Chile, Pedro Leon Gallo, es que realmente Chile sea para Cristo, y que muchas almas sean alcanzadas a través del anuncio del evangelio. Ademas ofrecer esperanza a las personas y proporcionarles las instancias suficientes para que la gente alcance a través de Jesús la salvación y la transformación de sus vidas.
REDES SOCIALES
domingo, 7 de junio de 2015
Como Aprendemos a Amar?
¿Será el Amor indispensable?
Yo creo que todos acabamos de pegar un brinco y pensamos ¡Claro que si!, como cristianos es algo que nos debe de distinguir, la escritura nos dice en Juan 13:35 “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”.
Sin importar su edad, cultura, lengua o raza, todo ser humano siente una gran necesidad de amor y cuando no la satisface, no es feliz, pudiera sentir que le falta algo.
Un investigador médico escribió: "El amor y la intimidad son factores clave para que algo nos disguste o nos haga sentir bien, nos entristezca o nos llene de alegría, nos haga sufrir o logre reponernos. Si hubiera un medicamento que surtiera tal efecto, prácticamente todo médico del país lo recetaría a sus pacientes. De hecho, sería un mal médico si no lo hiciera".
No obstante, la sociedad moderna, valiéndose en particular de los medios de difusión y los modelos de conducta populares, suele atribuir más valor a la riqueza, el poder, la fama y el sexo que a la necesidad humana de establecer vínculos de cariño y afecto.
Cuando fomentan metas y carreras profesionales, muchos educadores dan a entender que el éxito depende principalmente de los logros y la posición social alcanzada. Es cierto que la educación y el perfeccionamiento de las habilidades del individuo son importantes, ¿pero deberían perseguirse estos objetivos con tanto empeño que no queda tiempo para la familia y los amigos?.
Tal vez este tipo de personas lleguen a ser ricas, incluso famosas, pero nunca alcanzan la verdadera felicidad. Un gran observador de la naturaleza humana, y culto escritor de la antigüedad (Pablo) comparó al individuo con talento pero falto de amor a "un pedazo de bronce sonante o un címbalo estruendoso"; 1 Corintios 13:1 “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, Y NO TENGO AMOR, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe”.
El amor es más importante que todos los dones espirituales ejercitados en el cuerpo de la iglesia. La fe sobresaliente y el poder para lograr milagros producen muy poco sin el amor. El amor logra que nuestras acciones y dones sean útiles. Aunque las personas tengan dones diferentes, el amor está disponible a todos.
Jesucristo, quien conocía muy bien a los seres humanos y sentía un cariño especial hacia ellos, centró su enseñanza en el amor a Dios y al prójimo. Mateo 22:37-39 “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Jesús dice que si amamos a Dios y a nuestro prójimo por naturaleza guardamos los mandamientos. No nos preocupemos por lo que no podemos hacer, mas bien, debiéramos concentrarnos en aquello que sí podemos hacer para mostrar que amamos a Dios y a los demás, de esta manera nos identificaríamos rápidamente en que somos discípulos de Cristo, (Juan 13:35).
El amor es más que una simple sensación de afecto: es una actitud que se revela en nuestras acciones. Y la primera pregunta surge: ¿Cómo podemos amar a otros de la manera que Jesús nos ama a nosotros? Ya que tal vez no estemos muy dispuestos a dar nuestra vida por quien a lo mejor ni siquiera conocemos, si podemos hacer otras cosas, tal vez ayudando cuando NO resulta conveniente, sacrificándonos cuando DUELE, dedicando energía al bienestar de otros en lugar del PROPIO, RECIBIENDO heridas de otros sin quejarnos ni contraatacar. Es difícil amar así?, o mas bien ¿raro?, ¿poco común?, Claro, de ahí que la gente nota cuando usted lo hace y sabe que ha recibido poder de una fuente sobrenatural.
La Biblia ofrece una hermosa descripción del amor en 1 Corintios 13. ¿Cómo se puede, entonces, cultivar amor en el mundo actual? ¿Y cómo pueden los padres enseñarles amor a sus hijos?.
Definitivamente no lo haremos estudiando Psicología o leyendo manuales de autoayuda, tampoco viendo muchas películas de amor, ni mucho menos hay clases especiales.
Los humanos aprenden a amar en primer lugar gracias al ejemplo, al ambiente que se tiene en casa o en familia. La formación de los niños es esencial en este punto. Los niños comprenderán el significado del amor si, en un ambiente de tierno cariño, ven que sus padres los alimentan, los protegen, se comunican con ellos y les muestran verdadero interés personal. Lo mismo ocurre cuando sus padres les enseñan a guiarse por principios sólidos que marcan lo que está bien o mal.
El auténtico amor es más que una emoción superficial. Nos impulsa a actuar de continuo en beneficio de los demás, aun cuando estos no sepan valorarlo totalmente en ese momento, como ocurre con los niños que reciben disciplina amorosa. Un ejemplo perfecto de alguien que manifiesta amor desinteresado es el propio Creador.
El apóstol Pablo escribió en Hebreos 12:5-6 “Hijo mío, no tengas en poco la disciplina de Jehová, ni desfallezcas cuando seas corregido por él; porque Jehová disciplina a quien ama y castiga a aquel a quien recibe como hijo”.
¿Quién ama más a sus hijos, el padre que les permite hacer lo que les causa daño o el que los corrige, disciplina y castiga para ayudarles a aprender lo que es correcto? Nunca es agradable ser corregido y disciplinado por Dios, pero su disciplina es un indicio de su amor profundo por nosotros.
Cuando Dios le corrige, tómelo como una prueba de su amor y preocupación, ya que El no quiere que nadie se pierda, y pídale que le muestre lo que está tratando de enseñarle.
Para quienes están casados, como matrimonios que son, tienen el deber de valorarse, honrarse y respetarse, nos enseña la Biblia en Efesios 5:22 “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor… 24 (b) así también las casadas estén sujetas a sus maridos; 28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Y cuando esto se ve en un núcleo familiar, los niños (hijos) crecerán con ese ejemplo y por lo consiguiente será algo que ellos practicarán.
Cuando la familia entera acude a Dios en busca de dirección y se sujeta a sus normas, todos se sienten más seguros, y hay más probabilidades de que los niños lleguen a amar y respetar a sus padres.
Por todo el mundo, muchas personas se han basado en las Escrituras para establecer dichas normas y así se han convertido en pruebas vivientes de la veracidad de la Biblia, además vamos confiadamente a ella ya que dice 2 Timoteo 3:16 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”. De hecho, son muchos los que reconocen que los preceptos morales y los consejos prácticos que se recogen tan solo en el Sermón del Monte son inigualables.
Pero podríamos pensar y ¿Qué hay de los padres sin cónyuge? ¿Están en gran desventaja a la hora de enseñar a sus hijos a amar? No necesariamente. Aunque no hay nada mejor que el equipo formado por una buena madre y un buen padre, la experiencia demuestra que la calidad de las relaciones familiares puede compensar hasta cierto grado la falta de uno de los padres. Si usted cría a sus hijos sin la ayuda de un cónyuge, esfuércese por poner en práctica los principios bíblicos en su hogar.
Proverbios 3:5, 6 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”.
Muchos niños y jóvenes excelentes han sido criados en un hogar donde solo a estado uno de los padres, y hoy día son personas que sirven fielmente a Dios en los miles de congregaciones cristianas de todo el mundo. Esto demuestra que un progenitor solo también puede enseñar a sus hijos a amar.
Para recibir la dirección de Dios, dice Salomón, debemos colocarlo a Él en el primer lugar de nuestra vida. Esto significa entregarle cada esfera de la vida. Analice sus valores y prioridades. ¿Qué es importante para usted? ¿En qué esferas reconoce a Dios? ¿Cuál es el consejo de Él? Quizás usted ya reconoció a Dios en varios aspectos de su vida, pero las que intenta restringir o pasar por alto su influencia son las que le causarán dolor. Mantenga a Dios en el primer lugar en todo lo que haga. Entonces Él le guiará debido a que usted trabaja para llevar a cabo sus propósitos.
Y la siguiente pregunta sería ¿Cómo podríamos cultivar el Amor?, dado que en estos tiempos las cosas no están precisamente como quisiéramos y como la escritura describe el carácter del hombre de los últimos días 2 Timoteo 3:1-5 “…que en los postreros días… hombres amadores de si mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos… sin afecto natural… traidores, impetuosos… que tendrán apariencia de piedad…”
Y la contestación será; Tomando como ejemplo a JESUS, quien es la Fuente del amor y expresa apego y cariño por cuantos acuden a él con sinceridad 1 Juan 4:7, 8 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”.
Sabemos que el Amor no es meramente un sentimiento hemos leído que es una necesidad de todo ser humano y que es una realidad, que el Amor es una elección y una acción, como lo muestra 1 Corintios 13.4–7 donde se nos describe detalladamente el significado.
Dios mismo en los cielos y Jesucristo en la tierra son nuestras fuentes de amor, Dios nos amó de tal manera que sacrificó a su Hijo por nosotros (Juan 3:16). Jesucristo es su esencia es el significado de amor; cada cosa que Él hizo en su vida y en su muerte fue amor supremo. El Espíritu Santo nos da el poder para amar; Él vive en nuestro corazón y nos hace más semejantes a Cristo. El amor de Dios siempre implica una elección y una acción, y nuestro amor debe ser como el de Él. ¿De qué forma reflejan su amor a Dios las decisiones que toma y las acciones que realiza?.
Juan dice: «Dios es amor» no dice «Amar es Dios». Nuestro mundo, con su visión trivial y egoísta del amor, ha tergiversado esas palabras y ha contaminado nuestra comprensión del amor. El mundo piensa que amor es lo que nos hace sentir bien, y está dispuesto a sacrificar principios morales y los derechos de los demás a fin de obtener dicho «amor». Pero en realidad eso no es amor, sino todo lo contrario al amor; es egoísmo. Y Dios no es esa clase de «amor». El verdadero amor es como Dios: santo, justo y perfecto. Si de veras conocemos a Dios, debemos amar como Él ama.
Sin embargo, no basta con leer su Palabra. Debemos poner en práctica lo que aprendemos y experimentar los beneficios que resultan de hacerlo; Isaías 48:17 “Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir”. En efecto, Jehová, la mismísima personificación del amor, nos instruye para nuestro beneficio.
Asimismo, un conocimiento exacto de la Biblia fomenta en nosotros amor por nuestros semejantes, puesto que la verdad bíblica nos enseña cómo ve Dios a los seres humanos y nos muestra los principios que deberían regir nuestro trato con otros. Esta información nos proporciona una base sólida, a partir de la cual cultivar amor al prójimo. El apóstol Pablo señaló: Filipenses 1:9 “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento”.
Muchas veces la mejor manera de influenciar a alguien es orar por esa persona. Pablo oró que los Filipenses se unieran en amor. El amor de ellos fue el resultado del gran conocimiento de Cristo y del profundo discernimiento moral. Ese amor no se basaba en sentimientos sino en lo que Cristo había hecho por ellos.
En la medida que crezca en el amor de Cristo, su corazón y entendimiento deberán crecer juntos.
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