Nuestra visión como Iglesia Ejército Evangélico de Chile, Pedro Leon Gallo, es que realmente Chile sea para Cristo, y que muchas almas sean alcanzadas a través del anuncio del evangelio. Ademas ofrecer esperanza a las personas y proporcionarles las instancias suficientes para que la gente alcance a través de Jesús la salvación y la transformación de sus vidas.
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jueves, 15 de febrero de 2018
Solo Dios Me Puede Juzgar...!!!!
La Biblia es muy clara. Todas las personas somos pecadores, pues hemos heredado el pecado desde Adán. Romanos 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Por el pecado heredado de Adán, vino la muerte a la humanidad, pues Dios dijo: “el día que comieres de él[el árbol de la ciencia del bien y del mal], ciertamente morirás” Gn 2:17 Por tanto, podemos deducir que la muerte es una consecuencia de la desobediencia de Adán, pues todos pecamos en los “lomos” de Adán. Pero, ¿Qué podemos ver aquí? Que la paga del pecado es la muerte. Dios siendo un Dios justo les dio a los pecadores lo que merecían después de desobedecer ante una clara advertencia.
Por lo cual se ha desencadenado una muerte tras otra desde el principio de los tiempos, y así se pasó el tiempo hasta que vino La Ley de Dios con Moisés, el cual le dio al pueblo los mandamientos y las normas por las cuales Dios se rige, y pudimos conocer más de cerca lo que es el pecado, con la ley pudimos ver más claramente lo que es bueno y lo que es malo, y lo que Dios demanda de Su pueblo. “Porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.” Romanos 7:7c. Por lo tanto, el pecado vino a través de un hombre, pero el pecado abundó, cuando la ley vino, pues nos mostró de una manera más explícita lo que es el pecado y lo que Dios odia. Y la ley, vino a condenar a los que hacían pecado (todos nosotros). Por lo tanto, la ley de Dios nos muestra el pecado y nos condena, pues no podemos realmente guardar cada una de sus leyes, por lo que podemos esperar una muerte tan segura como inminente, pero entonces, ¿no hay esperanza? Sí que la hay, Dios habiendo previsto todas estas cosas, y sabiendo que Su justicia perfecta exige y demanda que cada uno pague por su pecado, (que paguen lo que merecen) nos dio un regalo, un regalo que nos da vida. “Pero la transgresión de Adán no puede compararse con la gracia de Dios. Pues si por la transgresión de un solo hombre murieron todos, ¡cuánto más el don que vino por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, abundó para todos! Tampoco se puede comparar la dádiva de Dios con las consecuencias del pecado de Adán. El juicio que lleva a la condenación fue resultado de un solo pecado, pero la dádiva que lleva a la justificación tiene que ver con una multitud de transgresiones. Pues si por la transgresión de un solo hombre reinó la muerte, con mayor razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia reinarán en vida por medio de un solo hombre, Jesucristo. Por tanto, así como una sola transgresión causó la condenación de todos, también un solo acto de justicia produjo la justificación que da vida a todos. Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores, también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos. En lo que atañe a la ley, ésta intervino para que aumentara la transgresión. Pero allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia, a fin de que, así como reinó el pecado en la muerte, reine también la gracia que nos trae justificación y vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor.” Romanos 5:15-21. ¿Qué podemos ver entonces? Que a causa del pecado, vino una gracia abundante de parte de Dios, Cristo vino a morir en la cruz a pagar todo el castigo que cada uno de nosotros merecíamos. El vino y vivió a la perfección la ley que nosotros no podíamos cumplir, y siendo justo, perfecto y santo, murió y cargó con todo el castigo que merecíamos todos y cada uno de nosotros los pecadores. Pues esta es la gracia, “…Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8 Dios, una vez más nos muestra de su infinita misericordia. Este es el evangelio, las noticias de la gracia de Dios ante pecadores que solo merecían el castigo y la muerte, podemos tener vida abundante. Pero…. El punto de lo que vengo diciendo aquí es este… “¿Qué concluiremos? ¿Que vamos a persistir en el pecado, para que la gracia abunde? ¡De ninguna manera! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él?” Romanos 6:1-2. Dios reaccionó ante nosotros con gracia por el pecado que había en nosotros, pero eso no nos da la libertad para pecar de una manera deliberadamente. No podemos vivir en un pecado pensando: “aah, pecaré aún más para que Dios venga ante mí con más gracia, pues Él es misericordioso.” A Esto respondemos igual que el apóstol Pablo: ¡DE NINGUNA MANERA! No podemos tomar la gracia de Dios como excusa para pecar una y otra vez, como creyentes, ahora somos llamadas a vivir una vida santa, una vida de obediencia ante Dios pues ahora nos capacita con Su Espíritu Santo para poder obedecer y crecer en santidad mientras vivimos en este cuerpo que solamente conlleva pecado. “Si después de recibir el conocimiento de la verdad pecamos obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados. Sólo queda una terrible expectativa de juicio, el fuego ardiente que ha de devorar a los enemigos de Dios. Cualquiera que rechazaba la ley de Moisés moría irremediablemente por el testimonio de dos o tres testigos. ¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado, y que ha insultado al Espíritu de la gracia? Pues conocemos al que dijo: “Mía es la venganza; yo pagaré”; y también: “El Señor juzgará a su pueblo.” ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo!” Hebreos 10:26-31 Cristo pagó una vez y para siempre el castigo de nuestros pecados, Él murió y su sangre es la que nos presenta ante Dios como justos, pues es su sacrificio el que Dios aceptó como propiciación, Dios aceptó al justo, para que los demás pudiéramos llegar a ser Justos, (lee de nuevo Romanos 5:15-21) Ahora no podemos tomar como excusa que somos justos para pecar, SI SOMOS JUSTOS DEBEMOS VIVIR COMO TALES!!! Pues si después de haber conocido la verdad de que ante nuestro pecado, pudimos ser salvos señal por medio de la Cruz de Cristo, y aun así volvemos a pecar de una manera deliberada, ya no hay perdón que podamos encontrar, ya no habrá misericordia para nosotros, sino que recibiremos el justo juicio que merecemos, LA MUERTE ETERNA EN EL INFIERNO. “Cualquiera que rechazaba la ley de Moisés moría irremediablemente por el testimonio de dos o tres testigos. ¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado, y que ha insultado al Espíritu de la gracia?” Pero, hay que hacer una aclaración. Como humanos nunca podremos dejar de pecar, siempre pecaremos de una manera u otra, pero el pecado debe de ir disminuyendo en nuestras vidas gradualmente. Este juicio y condena viene sobre las personas que rechazan ahora la Cruz de Cristo y vienen a pecar deliberadamente, o sea que, conociendo el evangelio y lo que Dios nos hace por el pecado, y que supuestamente han creído para salvación, aún, si después de esto vuelven a su vida de pecado, éstos recibirán el castigo que se merecen. Lo repito, esto no nos da una licencia para pecar, nuestro pecado debe de disminuir gradualmente, pero no podemos volver al pecado que hacíamos antes de conocer a Cristo. Somos llamados a ser Santos. No podemos volver al lodo del cual fuimos sacados, limpiados y purificados, tenemos una nueva vida en Cristo y no podemos vivir como si aun estuviéramos en nuestros pecado, Dios demanda de nosotros una vida Justa, y es por medio de Su Espíritu Santo que nos capacita para poder vivir realmente como el manda: justa y piadosamente. No podemos volver atrás. No podemos ir en reversa. Siempre hacia adelante. “Tus ojos miren lo recto, Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal.” Proverbios 4:25-27 “Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, “el que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero mi justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado.” Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida.” Hebreos 10:35-39
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