La importancia de la oración en nuestras vidas es vital, tanto así como la vida misma ya que en ello esta envuelta nuestra eternidad. “Si se humillara mi pueblo… y orare” (2 Cr 7:14). Somos pueblo de Dios? ¡No solamente somos su pueblo, Somos sus hijos!, según nos dice 1 Jn 3:1.
A través de la escritura podemos leer un sin fin de ocasiones que nos habla de la oración. En los 66 libros de la Biblia encontraremos aprox. 238 referencias de la oración, hoy veremos algunas de ellas.
¿Cuántas veces oramos al día?, bueno, tal vez no es la cantidad de veces lo mas importante, sino mas bien, la calidad de nuestra oración, la intercesión que hacemos por aquellos que no conocemos pero que sabemos existen, por aquellos que conocemos y que están en problemas, por aquello buenísimo que estamos disfrutando gracias al amor que nuestro creador nos tiene, por aquellos planes que tenemos y por un sin fin de cosas por las que tenemos que doblar nuestras rodillas.
Sabemos también que la oración no solamente es cuando tenemos problemas o necesidades, sin embargo creo es cuando mas la ponemos es ejercicio, sino también cuando hay momentos maravillosos que estamos disfrutando gracias a las muchas bendiciones; cuando queremos que se nos revele algo que se nos este presentando constantemente; cuando hay algo que nos este inquietando, y algo que para mi es muy importante cuando tenemos que pedirle permiso por lo que queremos hacer y no sabemos que es lo mejor.
Creo que hay ocasiones en que oramos simplemente porque sabemos que tenemos que hacerlo sin hacer verdaderamente una conciencia de lo esencial que eso es, nuestras oraciones básicas normalmente son por la comida, a la hora de meternos a la cama etc. pero realmente ¿cuanto invertimos para nuestro devocional con Dios?.
No se si alguna vez le ha pasado que cuando estamos en oración y a veces en lo mas intenso de ello, de repente se nos empiezan a ocurrir algunas que otras cosas o todos los pendientes del mundo llegan de golpe a nuestras cabezas y cuando menos nos damos cuenta estamos bien distraídos. Si llegamos a estar postrados al piso, nos damos cuenta que a lo mejor no esta tan limpio como debía, y pensamos “necesito aspirar” o “necesito limpiar”, y si estamos un lugar publico orando de rodillas tal vez pensamos“¡haber cuando se acaba ya no aguanto mis rodillas!” o “que duro esta el piso!”, etc. Si comenzamos nuestra oración ya metidos en la cama, en muchas ocasiones no hemos empezando cuando ya nos dimos cuenta que amaneció y nos quedamos dormidos antes de haberle dicho a Dios ¡hola!.
Saben, cuando llegamos de la calle o de algún lugar después de todo un día de ausencia a nuestras casas y hay alguien en ella, tal vez la esposa(o) nuestros hijos, mi mama, etc. normalmente saludamos y preguntamos ¿Cómo has estado? o ¿Cómo te fue hoy? y empezamos una conversación, platicando todos nuestros por menores de lo acontecido durante el día y tal vez hasta los planes que tenemos para el día siguiente.
Pero que hay de Dios, este ser maravilloso que ha estado al pendiente de nosotros, que nos ha librado de riesgos en la calle, en nuestro trabajo, la escuela, que hizo que todo fuera mas ligero y que además le pedimos que nos cuide hasta la casa y el coche, pero cuando llega la noche y el esta pacientemente esperando que también le platiquemos como nos fue hoy, que planes tenemos para mañana, que tan agradecidos estamos que llegamos con bien a nuestra casa y que nuestra familia este a salvo, por supuesto también porque ningún ratero entro a la casa y que mi coche esta bien,…pero la verdad es que no siempre estamos consientes de eso.
Y no forzosamente necesitamos que todo mundo se entere de nuestra comunicación con Dios, de lo que platicamos con El. Como dice Mateo “Pero tu, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que esta en secreto…” (Ma 6:6). Como quien dice, hagámoslo en privado. Sin embargo, será notorio para todos esa maravillosa relación que estamos cultivando con nuestro creador, y he aquí que aquí tenemos otra promesa “…y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensara en público” (Ma 6:6) porque las recompensas vienen de muchas maneras: económicas, espirituales, familiares, etc.
Cuando tenemos una comunicación constante con Dios se puede notar ante los demás por que estamos confiando en El y aunque las inclemencias del tiempo estén feas, normalmente nosotros estamos tranquilos ocupándonos de otras cosas, recordemos que todo esta bajo el control de El y que nunca nos dará mas allá de nuestra resistencia según nos dice 1 Corintios “No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejara ser probados mas de lo que podeis resistir, sino que dara también juntamente la prueba con la salida, para que podais soportarla” (1 Co 10:13)
Ahora bien analicemos 2 Cr 7:14 “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado…” ¿qué significa humillarnos? reconocer cuan pecadores, necios, orgullosos, ignorantes, presumidos y arrogantes somos, pero sobretodo lo que tenemos que reconocer es cuan necesitados estamos de nuestro Señor y Dios. Y sigue diciendo en “…y oraren y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos” ¿malos? ¿malo yo? yo no soy ratero, no soy asesino, y tampoco ando en drogas, etc; pero no necesariamente tienen que ser cosas extremas para que se considere que andamos en malos caminos, también son aquellos cosas tan pequeñas que nadie puede notar, pero que sí estamos consientes de ellas, y lo mas importante es que dios sí las conoce; cosas como: yo no soy chismoso, tampoco digo mentiras y ni me burlo de los demás, etc. Todo esto nos contamina, nos perjudica y sobretodo nos aleja de Dios mismo. Pero aquí viene lo mejor nuevamente “…entonces yo oiré desde los cielos, perdonare sus pecados y sanare su tierra”, o sea, nos sanara a nosotros mismos.
Cuando nosotros no estamos sanos, espiritualmente hablando, nuestra enfermedad pudiera ser tristeza, tal vez estamos constantemente deprimidos, en enojo, hay celos, contiendas, adulterio, envidias, borracheras, etc; todo esto son enfermedades espirituales para nosotros como templo del espíritu santo que somos o que deberíamos ser, asi lo indica Galatas 5:19-21 (Obras de la carne).
Sin embargo, cuando estamos sanos podemos aconsejar, animar, apoyar a alguien mas, y he aquí como dice Galatas 5:22 y 23 los frutos del espiritu son amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fe y cosas semejantes.
Ahora bien y para terminar, Mateo 6:33 dice “Busca primero el reino de dios y su justicia, y todo viene por añadidura”. En esta búsqueda del reino de dios hay muchas cosas como las que ya hemos nombrado anteriormente pero también implica el que llevemos a cabo la gran comisión que nos habla Mateo 28:19 “por tanto ir hacer discípulos…”. Esto es algo que cada uno de nosotros deberíamos de estar haciendo desde hace algún tiempo, ya que es parte del resultado de nuestra búsqueda de Dios, y es que para hablar de algo o de alguien primero debemos conocerle, si no ¿de que otra manera podríamos hacerlo?. Recuerde que una vez mas el Señor nos recompensa cuando dice “…y todo será dado por añadidura” (lea desde el v.25 para poder entenderlo mejor).
Nuestro padre celestial sabe que tenemos necesidad de todas estas cosas. Y como las sabe? por que se las hemos exteriorizado al buscarle en oración. La invitación es Buscarle que el se dejara encontrar tan fácil como lo es simplemente hablar con El.
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