La vida es una lucha constante, en donde encontamos toda clase de batallas: contra las malas actitudes, contra las personas que nos rodean y no hacen ir por malos pasos, contra la misma tentación del mal que asecha nuestra alma, etc...
Es por ello que para ser cristianos de corazón, se debe ser valiente y enfrentar todas estas cosas, pero no es algo fácil, porque todos somos cobardes por naturaleza, decaemos ante cualquier problema, nos desanimamos con facilidad y somos arrastrados a la inmundiacia con el más minimo estímulo de pecado, por todas estas razones, es que debemos acecarnos mas profundamente a Dios, conocer su palabra y educarnos para escuchar siempre al Espíritu Santo, Él habita dentro de nuestros corazones, no está en lo externo, ni en los rituales donde la gente grita: “Espiritu Santo desciende sobre mí”, Él no tiene nada que ver con lo exterior, es alguien que permanece dentro de nosotros.
Hay un versiculo poderoso en la Biblia que dice “estamos atribulados en todo, mas no angustiados” (2 Corintios 4) esto quiere decir, que Dios esta conciente de cuan llenos de problemas estamos, ya sea con el trabajo, con la familia, con la iglesia, etc. Pero esta no es razon, para desistir, para rendirnos o afligirnos, pensando que no existen soluciones, pues este tipo de pensamiento en nada honrra al Señor, ni le grlorifica.